Santos Mártires

Juan de Perugia y Pedro de Saxoferrato

Cada veintinueve de agosto se celebra la fiesta de los Santos Mártires, con su tradicional procesión, que es posible gracias a la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. Un servicio digno de reseñar, pues los beatos Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato son los copatronos de la ciudad de Teruel.

La Cofradía de la Soledad presta esta ayuda inapreciable desde el año 2000. A partir del 17 de agosto de ese año se encarga, junto con la parroquia de los Santos Mártires, de la organización de los actos que realizaba la antigua Hermandad de los Santos Mártires. Ésta se fundó probablemente en 1735, al menos es seguro que ya existía en 1741; aunque no se ha extinguido, sus fines de promover y cuidar el culto a los Santos Mártires han sido asumidos por la Cofradía de la Soledad. Ésta tiene su sede en la iglesia del monasterio de las Hermanas Clarisas, de ahí viene su relación con franciscanos, pues éstos son los asistentes espirituales de las clarisas.

Procesión de los cagones

Procesión popularmente llamada de

Los Cagones

Peana cagones

Paso de los Santos Mártires portado por miembros de la Cofradía

Hasta el año 1969, la procesión de los Santos Mártires se realizaba el día 28 de agosto, las imágenes de los Santos eran llevadas hasta la iglesia de San Pedro, en donde permanecían hasta el día 29, en el que eran devueltas a la iglesia de San Francisco, donde se celebraba la eucaristía. Durante la procesión las imágenes eran conducidas a las puertas de las casas donde había enfermos: esta práctica se suprimió en 1973, para facilitar el mejor desarrollo de la procesión.

El 29 de agosto de 1903 las reliquias de los Santos Mártires fueron trasladadas en procesión solemne desde el Monasterio de las Clarisas, donde habían sido custodiadas durante 68 años, hasta la iglesia de San Francisco, recién restaurada, después que los franciscanos volvieran hacerse cargo de la iglesia tras la desamortización. Esa fue la primera procesión de los Santos Mártires en el  siglo XX. Antes de la desamortización se celebraron diversas procesiones, unas ocasionales y otras fijas, con las reliquias o las imágenes.


  Una plaga de langosta, a mediados del siglo XIV, asoló la Comunidad de Teruel, por ello sus gentes organizaron una procesión de  rogativas para implorar la protección de los Santos Mártires. La procesión con las imágenes y reliquias de los Santos se dirigió hasta la ermita de San Cristóbal. A su regreso a la iglesia de San Francisco la langosta había desaparecido. Para conmemorar este favor instituyeron una procesión que se celebraba todos los años el día 30 de julio, y a la que acudía el capítulo de las siete iglesias de Teruel. Procesión que partía de la iglesia de San Francisco hasta una ermita situada frente al Convento, a la otra orilla del río Turia. Esta procesión continuaba celebrándose en la segunda mitad del siglo XVII. Las imágenes de los Santos Mártires también eran conducidas en la procesión del Corpus Christi.

Ceremonia Santos Mártires

Ceremonia de los Santos Mártires  en la parroquia de San Francisco

La corporación municipal

Corporación municipal  acompañando a los Santos Mártires

Antes del siglo XV una reliquia de los Santos Mártires era llevada a casa de los enfermos junto con agua del pozo de los Mártires, por la gran devoción que se tenía al poder intercesor de los Santos ante Dios para recuperar la salud.

El 18 de agosto de 1735 el Ayuntamiento de Teruel acordó hacer el Voto, en nombre de la ciudad, de celebrar todos los años a perpetuidad el día 29 de agosto la fiesta de los Santos Mártires como fiesta de precepto. El Ayuntamiento presentó el Voto al Cabildo para que suplicase al Señor Obispo su aprobación, que éste plasmó por un decreto del 24 de agosto de 1735.

El Acta del Ayuntamiento narra el motivo del Voto: el citado año una peligrosa enfermedad afligió a numerosos vecinos. Después de haberse hecho rogativas públicas a diferentes santos, viendo que no se aplacaba y que aumentaba el número de enfermos, “trayendo a la memoria el que sus antiguos Patrones, San Juan de Perusia y San Pedro de Saxoferrato (llamados comúnmente los Mártires de Teruel) en semejantes aflicciones habían consolado a la Ciudad”, el Ayuntamiento acordó con el Cabildo y con el consentimiento del Obispo, subir las reliquias de los Mártires a la Catedral, para que fueran veneradas por la población y rogarán la intercesión de los Santos Mártires; súplicas que fueron acogidas por Dios, pues cesó la epidemia y disminuyó el número de enfermos. En señal de agradecimiento y veneración a los Santos Mártires, el Ayuntamiento de Teruel emite el citado Voto.

La procesión actual sigue teniendo el mismo sentido: acción de gracias y súplicas a Dios, por los beneficios recibidos o solicitados por intercesión de los Santos Mártires, especialmente los relativos a la salud, en particular a la de los niños recién nacidos o de muy corta edad. A lo largo de la historia, la devoción y el culto a los Santos Mártires han pasado también por momentos de ocultamiento y hasta de olvido. Sin embargo, los Santos Mártires siempre están a la escucha de todos aquellos que claman su intercesión, como verdaderos hermanos menores, tal como quería Francisco de Asís.

Miguel Ángel Lavilla, 

franciscano